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El ministerio de campamentos alrededor del mundo de Rawlings Foundation fue la visión de su fundador, el Dr. John W. Rawlings. El propósito original de la fundación fue ayudar a plantar nuevas iglesias y ayudar financieramente a su construcción y proyectos de expansión. La visión del Dr. Rawlings comenzó a ampliarse en los primeros días de la fundación, y fue como se estableció un movimiento llamado La Red Bautista Internacional. Este movimiento originó un trabajo conjunto de pastores y misioneros unidos para cumplir la Gran Comisión. Esto guió al Dr. Rawlings en un viaje a Filipinas en 1977 con su hijo Herb para mantener reuniones con grupos de misioneros locales. Una vez terminadas estas reuniones el primer campamento de la fundación fue establecido en las Filipinas. Como resultado del éxito de este primer campamento, el Dr. Rawlings se interesó por la Ventana 10/40, una área que involucraba toda Asía. Esto llevó a la compra de un campamento en Japón y a la construcción de nuestro tercer campamento en Camboya. El ministerio de campamentos Tierra Alta se continúa expandiendo. Desde que inició el Dr. John, el ministerio de la fundación ahora está bajo la dirección de su hijo mayor Herb. Cómo se originó 4 El foco de esta visión se expandió a la construcción de institutos bíblicos y seminarios en diversos campamentos. Como resultado del liderazgo del Dr. Rawlings, y ahora con su actual director, Herb Rawlings,
Tierra Alta se esfuerza por lograr un impacto más profundo y duradero con los jóvenes que llegan a los campamentos equipándoles con recursos como biblias, haciendo disponibles más institutos bíblicos para que puedan llegar más lejos en el conocimiento de la palabra de Dios y ayudar a compartir con otros el amor de Cristo. Impactar a la juventud alrededor del mundo compartiendo las buenas nuevas de Jesucristo y, discipular y equipar creyentes que cumplan la Gran Comisión. La misión de Tierra Alta incluye el mandato de enseñar a todas las naciones y llegar hasta lo último de la tierra y, mostrar a cuantas personas sea posible que hay un Salvador.
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. Mateo 28:19-20